Introducción
El clima cálido puede traer una larga lista de problemas para los productores lecheros. Cuando las vacas están estresadas por el calor, comen menos, producen menos leche, tienen una función inmune reducida y un conteo de células somáticas (SCC, por sus siglas en inglés) más alto, y muestran una fertilidad reducida. Un aumento en cojeras a menudo sigue a la temporada de calor. En olas de calor severas, las vacas pueden incluso morir. Además de la carga económica, la incomodidad del estrés por calor también reduce el bienestar animal.
Esta hoja informativa se centra en el enfriamiento de las vacas alojadas en establos, donde están a la sombra protegidas de ganar calor por la exposición directa al sol. Para obtener información específica sobre los sistemas de pastoreo, consulte Lidiando con el clima cálido en los sistemas de pastoreo.
¿Necesitan ayuda sus vacas para sobrellevar la situación?
Las consecuencias por estrés de calor, como la disminución de la ingesta de alimento y la producción de leche ocurren después de que la vaca ha empezado a experimentar molestias por estrés. Para cuando el productor note el cambio en producción de leche, el problema en la vaca pudo haber estado en curso durante al menos un día o más.
Para prevenir graves problemas por estrés de calor, podemos buscar otras señales que nos digan si las vacas están lidiando bien con el estrés por calor, o si las instalaciones necesitan ser modificadas para proporcionar una mejor reducción del calor. Los factores ambientales, como la temperatura del aire, la humedad relativa o el índice temperatura y humedad (THI, por sus siglas en ingles), nos pueden dar una idea. Sin embargo, la mejor estrategia para solucionar el estrés por calor en cada granja individual es observar cómo están respondiendo las vacas.
Los siguientes signos son algunos mecanismos naturales que las vacas utilizan para para tratar de disipar el calor y mantener una temperatura corporal normal. A menudo, estos mecanismos naturales son insuficientes y se necesita ayuda adicional para reducir el calor en sus instalaciones.
Un claro indicador de estrés por calor severo es jadear. Busque vacas que respiren con la boca abierta, la lengua fuera, baba colgando o una combinación de estos signos (Figura 1).
Antes de que ocurra un jadeo severo, las vacas mostrarán un aumento de la tasa de respiración. Una regla general es 60 respiraciones por minuto o 1 respiración por segundo. Cuando varias vacas en un corral respiran más rápido, están luchando para hacer frente adecuadamente al calor y un enfriamiento adicional sería beneficioso.
Cuando las vacas respiran más rápido, jadean y sudan, pierden humedad. Esto debe reponerse aumentando la ingesta de agua. Una señal de que las vacas tienen calor no solo es beber más agua, sino también agruparse alrededor del bebedero sin beber. Las vacas también pueden agruparse lejos de las paredes laterales y finales del establo. Este comportamiento refleja la búsqueda de sombra, ya que las vacas asocian la intensidad de la luz con el calor.
Además, las vacas comerán menos, especialmente durante las horas calurosas del día. Si hay aspersores de agua sobre el carril de alimentación, las vacas buscarán el enfriamiento y pasarán más tiempo allí comiendo y de pie sin comer. Los aspersores reducen su temperatura corporal y mejoran la ingesta de alimento y la producción de leche, pero el aumento del tiempo de pie también es un factor de riesgo para las cojeras.
Independientemente de si se proporcionan aspersores, las vacas pasan más tiempo de pie y menos tiempo acostadas cuando tienen estrés por calor porque mientras las vacas están acostadas, su temperatura corporal aumenta. Cuando se ponen de pie, pueden disipar mejor el calor, por lo que la temperatura corporal disminuye. Con base en este comportamiento, una mayor proporción de vacas de pie es otro indicador de estrés por calor.
Por eso es importante asegurarse de que haya aire suficiente, consistente, de movimiento rápido sobre los puestos o corrales con cama. Es fundamental que el aire llegue a las vacas y les ayude a disipar el calor en el lugar donde deberían pasar acostadas más de la mitad de su día.
Intercambio de aire y movimiento de aire
Los sistemas de ventilación de los establos cumplen dos funciones importantes para la reducción del calor: intercambio de aire y movimiento rápido del aire.
La ventilación técnicamente se refiere al intercambio de aire, lo que significa llevar aire fresco al establo y eliminar el aire caliente y húmedo, incluidos los gases nocivos como el amoníaco. Este intercambio de aire viciado por aire fresco es importante tanto para la reducción del calor como para promover la salud respiratoria en el ganado y las personas que trabajan en los establos. En el verano, el objetivo en la tasa de intercambio de aire objetivo es de 40 a 60 cambios de aire por hora, mientras que, en el invierno, de 4 a 8 cambios de aire por hora pueden ser suficientes.
Además, los sistemas de ventilación cumplen una función importante para la reducción del calor del verano al proporcionar aire de movimiento rápido en las vacas, ayudándolas a disipar el calor. Este aire de rápido movimiento es beneficioso para las vacas en muchos lugares, incluido la sala de espera, la sala de ordeño, el carril de alimentación y en el área de descanso.
Un resultado importante para la comodidad de las vacas es suficiente tiempo de descanso. Las vacas necesitan pasar al menos la mitad de su día acostadas, por lo que altas velocidades del aire son esenciales sobre los establos o corrales con cama. Una meta de no menos de 200 pies por minuto (2.3 mph), pero idealmente debe alcanzar 400 pies por minuto (4.6 mph) a una altura de 20-30″ por encima de la base del puesto. Las velocidades del aire se pueden medir usando un dispositivo de mano llamado anemómetro, como los vendidos por Kestrel.
Para obtener más rentabilidad al momento de enfriar el ganado, el área de espera representa una oportunidad para convertir un área que podría causar estrés por calor en un lugar rentable para enfriar vacas. Las áreas de espera a menudo tienen una ventilación natural inadecuada. Aunque muchos están equipados con ventiladores de recirculación para dirigir el aire de alta velocidad a las vacas, el aire puede volverse cada vez más caliente y húmedo cuando se recicla dentro del espacio. El aire de movimiento rápido debe combinarse con sistemas de remojo (lea más abajo) para aprovechar mejor el tiempo para enfriar una vaca en el área de espera. Para promover una pérdida de calor adecuada, incluida la superficie corporal disponible para el enfriamiento, se debe minimizar el agrupamiento apretado de vacas en el corral de espera. Es posible que sea necesario agrupar vacas para ordeñarlas de manera escalonada para proporcionar el espacio necesario, especialmente durante eventos de calor extremo.
Establos ventilados naturalmente versus mecánicamente
Los establos con ventilación natural pueden ser rentables para aprovechar los vientos predominantes. En los puestos ubicados cerca de la entrada de aire en las cortinas, a veces se pueden lograr altas velocidades de aire de forma pasiva. Para garantizar que el aire se mueva rápidamente llegando a todos los puestos a la altura adecuada, la instalación de ventiladores sobre los puestos puede ser beneficiosa (Figura 2). Los ventiladores pueden ser bastante efectivos, pero deben estar lo suficientemente espaciados y con un ángulo adecuado para garantizar que el aire que se mueva rápidamente llegando a las vacas en todos los puestos.
Para algunas operaciones lecheras, los establos pueden tener desafíos en el sitio, como múltiples establos muy juntos, bloqueando el viento natural. Para esta y otras situaciones, los establos ventilados mecánicamente pueden promover el intercambio de aire al forzar el aire a viajar a través del establo utilizando extractores. Estos establos mecánicos incluyen establos túnel, donde el aire entra y sale de los lados cortos de los establos y fluye paralelo al carril de alimentación, o establos de ventilación cruzada, donde el aire viaja perpendicular al carril de alimentación.
Para garantizar un movimiento adecuado y rápido de aire a la altura de las vacas estando de pie y acostadas, estos establos pueden usar varias características adicionales, como deflectores para empujar pasivamente el aire hacia abajo en lugares específicos (Figura 3), techos planos bajos para mantener el aire en movimiento a la altura de la vaca en todo el establo, o ventiladores sobre los establos para forzar un chorro de aire sobre las vacas.
Para obtener detalles sobre las recomendaciones de diseño de ventilación del establo, consulte la página de The Dairyland Initiative.
Aspersores de agua
El enfriamiento a base de agua puede tomar dos formas principales: nebulización vs. remojo. La nebulización o nebulización a alta presión inyecta el aire con gotas muy finas para bajar la temperatura que rodea a las vacas. Al mismo tiempo, esto resulta en un aumento de la humedad relativa. Por lo tanto, esta estrategia funciona mejor en climas más secos como el suroeste de los Estados Unidos.
Por el contrario, los remojadores de baja presión, rociadores o duchas entregan gotas más gruesas para mojar a las vacas directamente. La energía del calor corporal de las vacas evapora el agua, enfriándolas. El agua también extrae el calor de la piel de las vacas directamente. Estos procesos no dependen de la humedad relativa, por lo que el remojo funciona en una variedad de climas y regiones. Los efectos de enfriamiento de los remojadores se mejoran cuando se combinan con el movimiento rápido de aire de los ventiladores. Además, las gotas que se evaporan también enfrían el aire, al igual que con los nebulizadores.
Se ha demostrado que el remojo es muy eficaz para reducir la frecuencia respiratoria y la temperatura corporal, y para aumentar el tiempo de alimentación, la ingesta de alimento y la producción de leche. Se aplican principios similares ya sea remojando vacas en el carril de alimentación en su corral de origen, en el corral de espera, en la propia sala de ordeño en el carril de salida.
Las boquillas deben entregar aproximadamente 1 galón por aplicación del aspersor en el transcurso de 3 minutos o menos. En el carril de alimentación, cada boquilla puede enfriar al menos 2-3 vacas adyacentes. El aspersor debe activarse cada 15 minutos o con mayor frecuencia, especialmente en climas más cálidos cuando la evaporación es más rápida.
Todos los grupos de edad se benefician de la refrigeración
Las vacas lactantes producen el doble de calor metabólico que los animales no lactantes, lo que las hace particularmente sensibles al calor. Sin embargo, el estrés por calor afecta al ganado de todas las edades.
Cuando las vacas secas están estresadas por el calor, no solo se ve afectado su bienestar y productividad futura, sino también el feto en desarrollo que llevan. Los terneros nacidos de madres estresadas por el calor tienen salud, supervivencia y rendimiento reducidos. Los terneros y las novillas en crecimiento se benefician de la reducción del calor, similar a las vacas adultas secas y lactantes.
Proporcionar sombra o refugio a todos los grupos de edad, incluidas las vacas secas y los animales jóvenes, es una expectativa básica para el bienestar animal. Verificar que todos los animales tengan acceso a refugio es parte de muchas auditorías o evaluaciones de bienestar. La sombra puede ser en forma de estructuras permanentes o temporales. Al colocar una estructura de sombra, su orientación debe ser de norte a sur en el lado largo. La sombra se moverá a lo largo del día a medida que el sol se mueva a través del cielo, y el ganado seguirá la sombra. Esto hará que el área directamente debajo de la estructura de sombra siga siendo un lugar más seco y limpio para que el ganado descanse. La distancia a la que se mueve la sombra es proporcional a la altura de la estructura, por lo que una estructura más alta promoverá un movimiento animal más frecuente.
Para obtener más información sobre el enfriamiento de vacas secas, consulte Manejo del estrés por calor de las vacas secas y para enfriar terneros, consulte Estrategias de reducción de calor para terneros.
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